Luego de romper el hielo y darme cuenta que coser no se olvida... Y que escribir sigue siendo lo mejor para mis neuras... Aquí me hallo en medio del cansancio, la maternidad y el comienzo de un semestre nuevo.
¿De qué hablarles hoy? (en especial a las mamis embarazadas, recién paridas, lactantes, pañaleras...) pues de que aunque ser madre es lo más grande, no es lo único. Estoy contentísima porque encontré esa diversión que necesitaba en la costura. Pero no es solo eso, en mi caso también me estoy reencontrando a mí misma, mi cuerpo y hasta ropa que no me servia desde la luna de miel. Más importante todavía: me siento capaz de poner en perspectiva lo afortunada que soy por todo lo qe tengo.
En mi casa siempre vi cómo mis padres (que tuvieron 9 hijos y yo pagué la novatada de ser la primera) se besaban, bailaban juntos, se cogen las manos, se tratan con respeto... Se ponen primero el uno al otro que a nosotros. Déjenme decirles que no nos faltó nada, nada de cariño, atenciones, afectos, ni siquiera tiempo porque todo el tiempo que estaban con nosotros era exclusivamente por y para nosotros y la familia. Ellos eran y son una pareja antes de ser padres.
Progresión lógica pues sin ser pareja no habrían llegado a ser padres... Y por seguir siendo pareja es que son los padres que son, tienen tantos hijos y aun siguen poniéndose primero el uno al otro. Bastante alto ponen el listón, podríamos pensar, pero no es así. A la gente le gustaría decir que eso es imposible, que ya el matrimonio no es para toda la vida, pero realmente no tiene por qué ser así.
El simple hecho de hacer espacio para las necesidades del otro en la vida de uno es un buen antídoto ante el egoísmo que genera tanta discordia. El perdón y la aceptación no pueden quedar atrás. Y apreciarse y agradecer cada momento que se comparte en pareja, luego en familia, debe ser el norte.
Para mí vivir en el presente siempre ha sido difícil, me agobia cuando cometo errores y a veces me quedo patinando ahí para terminar venida abajo; o estoy agobiada por el futuro, lo que pueda pasar o cómo va a reaccionar alguien por algo... empresas inútiles ambas. Ahora, desde que parí y especialmente durante mi experiencia de dar a luz, he aprendido a vivir cada segundo y saboreármelo... Bueno estoy aprendiendo.
No digo que ya haya encontrado la solución a todos los problemas y adversidades de la vida, pero de la mano de Dios y de mi esposo, resguardándome en él siento paz. Esa paz es importante y es bueno disfrutarla. Ahora ya tengo tiempo para hacerlo y compartirla pues en estos 7 meses de bendiciones, no siempre la tuve... Especialmente al principio en el que todo giraba en torno a la supervivencia.
Pero de la supervivencia en el postparto les hablaré despues.
Descansen y que tengan paz.
D